Escape Room Siltobark: Kids

Una vez más, el bueno de Siltobark la ha vuelto a liar parda. En una ocasión anterior, tuvimos que ir a rescatarle y nos hizo viajar al antiguo Oriente a recuperar un pequeño artefacto, absolutamente necesario para poder restaurar el espacio-tiempo. Pues bien, en esta ocasión, y debido a uno de sus errores de cálculo, se perdió en uno de esos bucles. Amerinda, su más fiel ayudante, fue en su busca y sí, la lio aún más parda. Aunque no conocíamos a Amerinda, nunca dejamos tirado a nuestro buen amigo Silto y para allá que fuimos. ¿Nuestra misión? Recuperar el alma de Amerinda que se encontraba atrapada en una reliquia medieval: La Lágrima de Cristal. Emprendimos nuestro viaje y en esta ocasión, un clímax medieval, oscuro y supersticioso nos esperaba. Gracias a nuestros conocimientos en magia negra y nuestra habilidad en las artes oscuras, logramos abrirnos camino en nuestro inicio. La gran precisión en nuestras mediciones y la correcta lectura de las pinturas que deslumbraban aquellas paredes, nos premiaron con un gran secreto. Uno de nosotros, experto en runas, pudo descifrar el código que nos abrió el cofre que escondía en su interior las respuestas que necesitábamos. El gran bosque nos esperaba. Su fauna era rica y abundante, tanto así que perdimos la cuenta de la infinidad de especies que allí habitaban. Descubrimos una especie de ave que nunca antes habíamos oído hablar de ella. Pero más fascinante nos resultaron sus huevos, misteriosos, enigmáticos y un tanto llamativos; tanto o más, que los diferentes tipos de setas luminiscentes que habitaban allí. Nuestra fue la suerte de contar entre nosotros con una experta micóloga que no tuvo problema en identificarlas. Como si fuésemos expertos en fontanería, permitir el descenso de la gran bola a través del laberinto fue una proeza que solo está al alcance de un buen imitador de Mario Bros. Tras conseguir alinear la plataforma y lograr que la gran bola viese la luz de aquella cueva, fue lo que nos permitió regresar a nuestros orígenes y salvar la vida de Amerinda. Sala interesante que te recordará bastante a Siltobark, no en su ambientación sino más bien en la dinámica y lógica de muchos de sus juegos, los cuales son similares, por lo que no recomendamos jugar ambas salas de forma continuada. Nos encontramos ante una sala envolvente, decorada con mucho gusto, la cual no puedes parar de admirar en todo momento. Los detalles están muy bien cuidados y se denota que todo está elaborado con gusto y mimo. Si no tenemos en cuenta la comparativa con su otra sala, los juegos son diversos y variados, incluso algunos hasta originales. No obstante, algunos de sus juegos no eran del todo claro y a veces hasta algo confusos en su resolución. En este último punto tampoco ayudó el GM, el cual no estuvo prácticamente involucrado en nuestra aventura. Se le notó distante e indiferente y sus ayudas fueran pocas, nunca a tiempo y bastante vagas. Sin lugar a dudas, todos coincidimos en el hecho que nos sentimos perdidos, abandonados y bastante desprotegidos de la mano de nuestro GM. No solo algunos juegos fallaron, sino que además sus pistas e indicaciones nos lo pusieron aún más difícil, teniendo la sensación que incluso él, no tenía muy claro cómo se producía la resolución de dichas pruebas. La sensación fue bastante mala, solo queríamos terminara la experiencia e irnos; porque hacía mucho que no disfrutábamos una sala. Somos de los que piensan que una sala puede ser más o menos inmersiva, puede tener una mejor o peor ambientación, sus juegos pueden ser más fáciles o difíciles…y todos esos elementos son secundarios en cierta medida; pero ¿un GM? es un elemento sumamente clave y puede hacer que tu experiencia sea perfecta (o un desastre). En nuestro caso, y sintiéndolo mucho, fue un auténtico desastre. Todo comenzó mal (tuvo la osadía de mentirnos en la cara), su dirección de juego fue pésima, pero para terminar de culminar una mañana horrible, al finalizar la experiencia, hacernos la foto e intentar interactuar un poco con nosotros; amablemente nos pidió que nos marcháramos, que sabíamos dónde estaba la puerta y nos deseó un feliz día. ¿Nuestras caras? Un poema. No fue capaz de acompañarnos a la puerta. Nos resultó una falta grave de educación y empatía. ¿Recomendamos la sala? Sí, no es mala sala (aunque preferimos mil veces Siltobark), tiene juegos divertidos, es inmensa, inmersiva y tiene algunos retos interesantes (demasiados juegos de habilidad para nuestro gusto), solo esperamos que tengáis mejor suerte que nosotros, y os toque otro GM, alguno con empatía, don de gentes y sobre todo, ganas de divertirse. Nuestra valoración (sobre 5????) GM: ???? Ambientación: ???????????????? Juegos: ???????? Dificultad: ????????

Uno de los mejores en los que estado. Las pruebas geniales y todo muy bien ambientado. Trato genial y seguro iremos a la otra sala que tienen ????

Hemos hecho las dos experiencias en familia, ambas muy divertidas y estupendamente ambientadas, tanto para niños como para mayores. Los dos GM nos guiaron fenomenal, ayudando cuando nos atascábamos pero sin darnos las soluciones. Las recomendamos sin ninguna duda!!

Lo pasamos muy bien. Esta muy bien mi fado y la aventura estuvo muy divertida.

Marcelo fue muy atento y amable en la gestión de la reserva. La actividad era para un grupo de niños y lo pasaron muy bien. Gracias por el buen trato!

Muuuy chulo y la atención perfecta por parte de los chicos, repetimos seguro

¡Los seis niños que fueron se lo pasaron en grande! Disfrutaron mucho y salieron queriendo repetir. Volveremos seguro

Totalmente recomendable. Celebramos un cumpleaños con 8 niñas (merienda incluida) y salió todo perfecto. Marcelo fue super amable, atento y eficiente en todo momento.