Howard Carter fue el descuvribor de la tumba de Tutankamon y eso le convirtió en uno de los más importantes del mundo. Pero nadie sabía que en Avilés estaba la casa de su mejor amigo. Howard la usaba como despacho y allí llevó escritos, piezas egipcias e incluso a Adolfo, una auténtica momia. Una de las veces que estaba retirado en Avilés recibió una llamada del Valle de los Reyes que le informaba que el hijo de un trabajador, mientras jugaba a la pelota, había descubierto la entrada de una tumba. Howard no perdió ni un segundo y se fue a Egipto pero ... nunca regresó. Los familiares de Howard saben que en su despacho de Avilés ha un tesoro pero no lo ha encontrado nadie ¿seréis vosotros los que lo encontréis?
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