La inquisición torturó a miles de inocentes en el castillo de Sant’Angelo. En vez de último deseo a cada reo se le daba una oportunidad de volver a ser libres, solo tenían que conseguir salir de una celda llena de secretos, en menos de una hora. Dicen que solo Benvenuto Cellini consiguió escapar. ¡Es vuestro turno!
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